Testimonio de Guisella Ortiz Perea y Carmen Amado Cóndor sobre el asesinato de sus hermanos Luís Enrique Ortíz Perea y Armando Amado Cóndor y otros estudiantes de la Universidad La Cantuta, por el grupo paramilitar Colina, en el distrito de Chaclacayo (Lima), el 18 de julio de 1992.
El antecedente de este hecho tuvo lugar el 16 de julio 1992, cuando los estudiantes se reunieron con los militares que habían tomado la universidad. Debido a la discrepancia entre ambos grupos no se pudo llegar a un acuerdo, algunos estudiantes fueron amenazados. En la madrugada del 18 de julio de 1992, treinta civiles ingresaron violentamente a las residencias estudiantiles y según una lista fueron detenidos 9 estudiantes, acto seguido ingresaron a la residencia de profesores deteniendo a uno de ellos, siendo llevados junto a los estudiantes con rumbo desconocido.
El 12 de julio de 1993, luego de casi un año de búsqueda por parte de los familiares, fueron hallados en una fosa común donde habrían sido quemados. Los testimoniantes piden que los culpables sean castigados porque solo así podrá haber reconciliación.
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