17 de octubre de 2014
HAZAÑA
Según los especialistas, su acción social más importante fue la de preparar al país para el dramático ajuste económico de 1990 que propicio el Presidente de aquel entonces, Alberto Fujimori Fujimori, y su Ministro de Economía, Juan Carlos Hurtado Miller, para superar los embates de la hiperinflación creada por la pésima política de este tipo desarrollada por el primer gobierno de Alan García.
Gracias a las previsiones que Monseñor Durand tomó como Presidente del Episcopado, la Iglesia, a través de Cáritas y otras instituciones, fue capaz de alimentar a más de un millón y medio de personas durante más de ocho meses. Una acción que para muchos expertos salvó al país del colapso social.
Pero para otros su faceta más saltante fue el celo pastoral que desplegó como autoridad de la iglesia. No sólo se preocupó por incrementar las vocaciones sacerdotales, promover la pastoral juvenil y alentar los movimientos apostólicos, sino que aumentó el número de parroquias en el Cusco y el Callao.
El 18 de Diciembre de 1998 cumplió sus Bodas de de Oro Sacerdotales. En la Misa Concelebrada con Monseñor Miguel Irizar Campos, en la Iglesia Matríz del Callao, agradeció a los fieles con las siguientes palabras:
“Les pido, queridos amigos, me ayuden a agradecer a Dios Nuestro Señor, el haberme concedido dar lo Sagrado repartiendo a Cristo y su doctrina y su sacrificio eucarístico durante 50 años de sacerdocio bajo el mando de la Inmaculada”.
Monseñor Durand con su contagiante sonrisa.
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