Cinco años después de que un gigantesco avión Ilushin 76 lanzara un cargamento de fusiles para las Farc, Vladimiro Montesinos afronta un juicio que lo podría enviar a la cárcel hasta por dos décadas.
Al finalizar éste viernes la primera semana de una audiencia, su abogada ofreció como testigo de descargos al director de la CIA, George Tenet para que explique su participación en la compra de las armas.
Los magistrados de la Sala Superior Especial Anticorrupción que lo juzgan admitieron el ofrecimiento y citaron a Tenet para que rinda su testimonio en favor de Montesinos en las próximas sesiones.
El llamado al testigo obedece a que una de las piezas centrales del bombardeo de fusiles en madrugadas de marzo, julio y agosto de 1999 sobre la selva amazónica colombiana, tiene a dos protagonistas: Vladimir Ilich Montesinos y Sarkis Soghanalian, ambos colaboradores de la CIA.
Los mismos magistrados admitieron también como pruebas, los testimonios ofrecidos a la Procuraduría por el representante de la CIA en Lima, George Goleric y por el primer secretario de la embajada estadounidense, Thomas Sánchez.
Según los documentos oficiales que soportan el juicio, el caso de los 10 mil Fusiles Kaláshnikov (AK 47) calibre 7 por los cuales las Farc le pagaron unos 15 millones de dólares a Montesinos ---mucho más de lo que le costaron a él---, es un episodio absolutamente coherente dentro de los parámetros de las estrategias de guerra: un enemigo que arma a la guerrilla para luego utilizarla, un sargento que se presenta como general, un cabo acreditado como mayor y un coronel que no es coronel, ni militar sino narcotraficante; tres contratos de Estado en los cuales el escudo del Perú no es del Perú; unas armas jordanas que no fueron compradas en Jordania sino en Bielorrusia, un avión ruso que no es de Rusia sino de Hungría.
La historia de estas armas comenzó cuando terminó la guerra entre Perú y Ecuador, ideada por Montesinos para promover la segunda reelección de Fujimori como presidente de la República.
Según lo declaró Francisco Loaiza, el analista del Servicio de Inteligencia Nacional más cercano a Montesinos en aquel momento, Vladimir estaba feliz. La CIA le había anunciado que en Washington se gestaba algo llamado Plan Colombia y su inmensa ventaja era que él podía trabajar a ambos lados del muro desde cuando se convirtió en el enlace oficial del Perú con todos los organismos de inteligencia con los cuales tiene relaciones nuestro Estado.
El futuro Plan Colombia comenzó a significarle a él un verdadero supermercado, una industria, una lotería. Por qué? Tú sabes que normalmente ---me explicaba Vladimir---, los mejores negocios del mundo se hacen en una nación en guerra. Piensa ---me decía--- en una Colombia llena de coca, de dólares, de militares interesados, de armas, de angustias, de refugiados, sobretodo teniendo una frontera tan amplia y tan clandestina con nosotros como es la selva del Amazonas. Allí hay campo para hacer negocios hermosísimos. En nuestra frontera del Río Putumayo podremos negociar misiles, piezas de artillería, combustible, comida, medicamentos... El Perú tiene que estimular esa guerra. Que esos colombianos hijos de puta se maten entre ellos. Nosotros seremos los ganadores .
Durante la guerra con el Perú, porque así lo desea el Presidente , Montesinos se había gastado cuatro mil millones de dólares en un arsenal en Singapur, Israel, Cuba, Italia, Rusia, Ucrania, Bielorrusia donde adquirió como si fueran nuevos 25 obsoletos aviones de combate Mig 29 y se hinchó los bolsillos de dinero.
Una investigación realizada por el Congreso peruano, sostiene que, Utilizando al Servicio de Inteligencia Nacional, una entidad en la cual parecía el jefe sin ser el jefe, Montesinos comenzó a hacer operaciones de triangulación para adquirir armas en diversos sitios y halló que estando en el poder, ese era un negocio fabuloso. Es tan fácil , decía: Basta con falsificar un certificado de destino final.... Cualquiera puede firmarlo .
En aquel momento la desesperación del gobierno de Fujimori era adquirir lo que fuera y donde fuera y Montesinos hizo compras sin licitación ni supervisión de alguien .
La mayor parte del armamento fue comprado en el mercado alterno, un negocio semilegal para naciones que están más interesadas en las fechas de entrega que en el precio o la procedencia. Esas fechas son claves para ganar un conflicto y en ese momento había guerras apagándose, existencias de armas que se estaban pasando, una Unión Soviética que se caía a pedazos. Lo que más tiene el bloque soviético son armas. Montesinos sabía muy bien que estaba manejando una mercadería fabulosa para la cual hay clientes en todo sitio. El y su gente descubrieron en esta forma que había un enorme sur plus para vender a precio de quema.
Como abrebocas del plan, Montesinos logró que el Ejército movilizara dos batallones al río Putumayo, arropado por una gran operación psicosocial en los medios de prensa para vender mejor su proyecto. En su libreto diseñó un plan para invadir a Colombia.
Uno de sus malabares consistió en entregarle varios papeles a su amante, la presentadora de televisión Laura Bozzo, en la cual resumía su propia estrategia
Ella en su programa morboso de parejas infieles que se parten la cara frente a las cámaras de televisión, se apartó del espectáculo por unos minutos y disparó una exposición de Estado Mayor. En un programa de hombres y mujeres que se azotan y amantes que confiesan sus traiciones, esta mujer hablaba de táctica, de penetración, de grupos de avanzada. Según ella, se trataba de una operación armada muy rápida que eliminaría los puestos de descanso y abastecimiento de la guerrilla colombiana y sellaría para siempre la frontera.
Pero la movilización del Ejército fue una operación simplemente política revitalizando a Fujimori para la tercera elección y para presionar a la guerrilla colombiana a que comprara material de guerra: `Es una obligación quedarnos con parte de los 1500 millones de dólares que le deja al año el narcotráfico a esos terroristas, decía Montesinos , agrega el documento del Congreso.
Una vez embarcado en la empresa, el argumento de Montesinos fue sencillo: el Perú necesita enriquecer su arsenal, pero no puede comprar armamento: se encuentra en un proceso de pacificación con Ecuador y sobre los dos países pesa un embargo en ese sentido. Por lo tanto, el gran pretexto para enmascarar la operación es hablar de un negocio silencioso entre dos Estados.
De acuerdo con la investigación del congreso peruano, para la operación se recurrió al rey Jussein de Jordania, un viejo colaborador de la CIA, descrito en el mismo sentido en Las guerras Secretas de la CIA, Bob Woodward, 1988.
El hombre de confianza del Rey en esta clase de negocios era Sarkis Soghanalian. Sarkis fue conectado con Montesinos.
Bielorrusia, una republiqueta que se muere de hambre y busca divisas a como dé lugar, se prestó al negocio. Las armas significaban una buena oportunidad en su pobreza y despachó aquellos fusiles, defectuosos como los MIG 29. Pero éstos solo llegaron hasta el aeropuerto de Amman gracias al beneplácito del Estado jordano, con el fin de cumplir con la triangulación de países, regla de oro en el tráfico ilegal.
Como comprador actuó Sarkis Soghanalian, quien le planteó inicialmente a los bielorrusos la adquisición de 60 mil fusiles, de los cuales tomaría inicialmente 10 mil. Según lo ha declarado él mismo, Montesinos también quería comprar misiles rusos Strella SAM 7, que presentarían como más poderosos a los insurgentes colombianos .
El poder
A esta altura, Vladimir Ilich tenía a su servicio una organización mundial con el máximo poder, basada en los agregados militares o personas enviadas por él a las diversas embajadas.
Con ese tinglado él revivió un viejo negociado de los agregados militares de algunos países, como es el de ordenar que el suboficial mecanógrafo que trabaja para ellos, firme los certificados de destino final, documento básico para cualquier negociación entre dos estados. Montesinos ya tenía contactos con la guerrilla colombiana y sus enemigos, los paramilitares.
En aquella que era su propia Odessa fueron producidos los certificados para el negocio simulado entre Amman Y Lima, según la investigación del Congreso realizada en algunos países de Europa, Jordania y el propio Perú
Según lo declararon los mismos acusados en el proceso iniciado por la magistrada Selinda Segura y luego al trigésimo tercer juez penal de Lima, Marco Lizárraga Rebaza, simultáneamente Montesinos a través del Ejército, acreditó ante Jordania al sargento Santos Cenepo Chapiama como general de la República. Cenepo es un sargento retirado, instructor de paracaidismo con innumerables cursos en el exterior, toda una institución con condecoraciones a pecho abierto.
Al ex teniente, narcotraficante y comodín a su servicio en varias licitaciones, José Luis Ayvar Cancho como coronel.
Según la fiscalía, cuando se inició la operación de los fusiles en enero de 1998, Aybar y sus hermanos ya comerciaban con cocaína.
En el proceso penal se anota que cuando los Aybar fueron descubiertos, en lugar de terminar presos se convirtieron en los protegidos de Montesinos y desde ese momento se iniciaron en el negocio del tráfico de armas . Y agrega: Los Aybar se movían en el circuito global de la mafia rusa. En diferentes ciudades rusas pagaban con cocaína las armas que compraban allí mismo .
Finalmente Montesinos acreditó a través del Ejército al cabo Alberto Meza como mayor ayudante del general Cenepo.
Los tres fueron conectados con Sarkis y enviados a Jordania. El coronel Aybar realizó los contactos con las FARC. Según la Fiscalía, su papel era hacer contacto con la guerrilla colombiana a través del narcotráfico peruano . Luego firmó un contrato de los Kalásnikov en Jordania.
Cenepo y el mayor Meza hicieron los cuatro vuelos desde Amman como supervisores del lanzamiento sobre la selva colombiana.
Montesinos-Sarkis
De acuerdo con los procesos que se comenzaron a ventilar esta semana, cuando el dictador del Perú Juan Velasco Alvarado resolvió hacerle la guerra a Pinochet, Montesinos era oficial del ejército y cargaba el maletín del general que determinó la compra de un inmenso arsenal a la Unión Soviética. Pero la información de lo que iba adquiriendo el Perú llegaba primero a la embajada de los Estados Unidos que al Consejo de Ministros.
Tras la caída del dictador, Montesinos falsificó un permiso del Ejército y se escapó a Washington invitado por el gobierno de los Estados Unidos. El agregado militar peruano comprobó allí sus entrevistas con Robert Hawkins en el Office of Current Intelligence de la CIA. A su regreso fue apresado y expulsado del ejército. La embajada estadounidense en Lima pidió excusas al gobierno peruano por el incidente.
En el gobierno de Fujimori, Montesinos pasó de informante de la CIA a entenderse con ellos como el mayor dignatario de los servicios de inteligencia del Estado y ascendió a un nivel de cooperación, en virtud del cual tenía acceso a toda clase de informaciones.
Armo a Saddam
Documentos públicos revelan que Sarkis Soghanalian nació en Turquía hace 76 años, creció en una zona empobrecida de Beirut, Líbano, donde fue pandillero juvenil, pero hoy tiene ciudadanía jordana y norteamericana a la vez.
Según Angel Páez en La República de Lima, Sarkis Soghanalian es conocido ampliamente como colaborador de la CIA. Durante el conflicto entre Irak e Irán organizó una operación para vender helicópteros de fabricación norteamericana a Saddam Hussein en pleno bloqueo decretado por Washington.
Posteriormente, Sarkis trabajando para la CIA en Nicaragua, surtió de armas a los contras dirigidos por Edén Pastora. Más tarde, enfrentó un proceso judicial y fue condenado a cinco años y medio de prisión por haber seguido vendiendo armamento a Saddam Hussein, pero la CIA presionó para conseguir su libertad. A Estados Unidos Sarkis le resulta más útil libre que en prisión .
Según lo reveló esta semana en Lima la Procuraduría, Sarkis vive en Estados Unidos y sus autoridades se negaron a arrestarlo o a extraditarlo para que compareciera en éste juicio .
En la década de los años 50, Sarkis fue una especie de asesor del presidente libanés Camille Chamoun quien le presentó al rey Hussein de Jordania y llegó a ser uno de los hombres de confianza del rey.
Cuando estalló la guerra civil en Líbano, huyó y se instaló en Nueva York donde abrió un negocio en el garaje de su casa: acopiaba armamento que luego vendía a los libaneses cristianos. Según Murray Waas, autor de El hombre que armó a Irak, por esa época empezaron sus contactos con la CIA.
El libro establece que, Su abierto anticomunismo le permitió tener contactos con la CIA y con aquellos gobernantes con los que trabajaba esa Agencia: el dictador de Nicaragua Anastasio Somoza, el de Filipinas Ferdinando Marcos, en Argentina el general Leopoldo Galtieri (lo dotó de armas durante guerra de Las Malvinas) .
Los vuelos
El 23 de diciembre de 1998 fue suscrito el contrato PD/132/98/16 que habla de los primeros 2.500 fusiles de asalto Kaláshnikov a 55 dólares cada uno: 137.500 dólares, valor para Montesinos. Las FARC le pagaban diez veces más a Montesinos. Las Farc le pagaban diez veces más a Montesinos (ver facsímile).
En representación de Perú firmó el coronel José Luis Aybar Cancho y por la parte jordana, los generales Abdul Razeq I. Abdullah, Director de la adquisición, y el Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, Abdal Hafez M. Kaabneh. El cargamento salió en un primer vuelo.
A partir de marzo de 1999 Cenepo Chapiama firmó otros dos contratos por 7.500 fusiles más, esta vez a 750 dólares cada uno, los cuales fueron lanzados en tres vuelos posteriores.
El primero se efectuó el 17 de marzo de 1999. El Ilushin 76, un avión diseñado para lanzar con paracaídas piezas de artillería y tanques de guerra, como en todos los viajes partió de Amman en Jordania y efectuó escalas Argelia, Mauritania y Trinidad Tobago. Allí esperó dos días instrucciones antes de emprender el último trayecto hasta Iquitos.
Ya en cielo colombiano, la nave descendió a 2000 pies sobre la selva, levantó la nariz y descolgó la cola 45 grados, las luces ámbar cambiaron a destellos tácticos y abrieron la compuerta que también es rampa.
El avión entró con rumbo 140 y la carga empezó a deslizarse al vacío sobre las coordenadas 3 grados Norte, 40 minutos y 8.21 segundos; y 69 grados Oeste, 54 minutos y 1.15 segundos, es decir frente a Barrancomina, banda izquierda del río Guaviare. El lanzamiento duró 22 segundos. Cuando terminó la operación, las coordenadas eran parecidas. El rumbo de salida fue 180 grados.
El punto de todos los lanzamientos fue el mismo.
Invisible
En los documentos judiciales que soportan la audiencia iniciada ésta semana consta que cuando ingresó a Colombia el enorme avión de construcción soviética cruzó por un corredor controlado por cuatro radares colombianos operados por el Ejército de Estados Unidos y ubicados en Marandúa, no lejos de la frontera con Venezuela, y más hacia el sur, en San José del Guaviare, Tres Esquinas y Leticia.
Las autoridades penales del Perú anotan que el Ilyushin 76, una nave de media cuadra de larga y otra media cuadra entre los extremos de sus alas, cruzó cuatro veces por el área de control de los radares y no fue reportado. Pero, además, en su sobrevuelo sobre Colombia, descendió de 30 mil a 2 mil pies: una violación al espacio aéreo que tampoco fue informada cuando el avión se clavó casi en picada para bombardear las cajas con fusiles que descendían lentamente atadas a paracaídas G 11 de fabricación soviética.
Prensa usa
Piezas allegadas al proceso de la Procuraduría General incluyen documentos como las publicaciones en The New York Times que en octubre del año 2000 dijo haber confirmado que la CIA conocía de la operación desde el principio y que tardó en dar cuenta del hecho al Departamento de Estado que ahora ha levantado la voz ante la actitud de la agencia de inteligencia que trabajaba directamente con Montesinos .
Luego en noviembre, el mismo diario aseguró que a finales de 1998 funcionarios jordanos acudieron al jefe de la sede la Agencia Central de Inteligencia CIA en Amman capital de Jordania con una pregunta rutinaria: Le importaría a los Estados Unidos si ellos, los Jordanos, le vendiesen cincuenta mil fusiles de asalto sobrante al ejercito peruano?
El funcionario de la CIA hizo algunas comprobaciones y volvió rápidamente: Nuestra respuesta fue: no, nosotros podemos vivir con eso , recordó un oficial de la inteligencia estadounidense.
Oficiales del Departamento de Estado se quejan de que la CIA fue lenta a la hora de informarles de todo lo que estaba ocurriendo, y aseguran que las investigaciones han sacado a la luz nuevas cuestiones acerca de los lazos de la CIA con Montesinos. Deberíamos haber recibido información mucho más pronto de lo que la recibimos , dijeron los oficiales.
La CIA en Amman informó a los altos diplomáticos y a los agregados en la embajada estadounidense, pero ni una palabra llegó al Departamento de Estado.
Altos funcionarios del Departamento de Estado, incluyendo al subsecretario, Thomas Pickerin, se han mostrado francamente insatisfechos por el flujo de información de la CIA sobre su primer papel en el caso de la posible relación con oficiales peruanos .
FOTO/El Comercio - Perú - GDA
1- El Ilushin 76 -el gigantesco avión desde el que se lanzaron fusiles AK 47 para las Farc- cruzó cuatro veces el espacio aéreo colombiano por un corredor controlado por cuatro radares operados por el Ejército de Estados Unidos y no fue reportado.
2- Vladimir Ilich Montesinos podría pasar dos décadas en la cárcel.
3- En 1999, frente a Barrancomina, banda izquierda del río Guaviare en la selva amazónica colombiana, fueron lanzadas las armas para la guerrilla.
4- José Luis Aybar Cancho
5- Sarkis Soghanalian
6- Santos Cenepo Chapiama y Alberto Meza
7- Rey Husein de Jordania
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