Fernando Belaúnde Terry fue presidente de Perú en dos ocasiones: de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985.
A lo largo de su vida política, fue conocido principalmente por su enfoque en proyectos de infraestructura y desarrollo, como la construcción de carreteras y la integración de las regiones amazónicas con el resto del país. Su carrera política no estuvo marcada por graves acusaciones de corrupción, al menos en comparación con otros presidentes peruanos posteriores. Sin embargo, durante su tiempo en el poder, hubo ciertas controversias que son importantes de mencionar:
1. Expropiación de la Brea y Pariñas (1968):
Este fue uno de los eventos más polémicos de su primer mandato. Belaúnde intentó renegociar un contrato con la International Petroleum Company (IPC), una empresa estadounidense que explotaba los campos petroleros de La Brea y Pariñas en el norte de Perú. El contrato con la IPC era visto como desfavorable para los intereses peruanos. Aunque Belaúnde finalmente trató de llegar a un acuerdo, la controversia sobre el trato con la empresa extranjera y las acusaciones de corrupción llevaron a una crisis política.
Este episodio fue uno de los pretextos utilizados por el general Juan Velasco Alvarado para llevar a cabo un golpe de Estado en 1968, derrocando a Belaúnde. Tras el golpe, Velasco nacionalizó los campos petroleros y lanzó un gobierno militar que duró hasta 1980.
2. Corrupción durante su segundo mandato (1980-1985):
Durante su segundo mandato, después del gobierno militar de Velasco y Morales Bermúdez, el país enfrentaba una serie de desafíos económicos y sociales, incluyendo el surgimiento del grupo terrorista Sendero Luminoso. Aunque no se le atribuyen a Belaúnde grandes escándalos de corrupción personal, su gobierno fue criticado por la gestión de algunos proyectos de infraestructura y la falta de medidas para frenar la corrupción dentro de las instituciones estatales.
Uno de los casos de corrupción más mencionados durante su segundo mandato fue el llamado "escándalo de los trenes eléctricos", un proyecto de transporte urbano en Lima que fue suspendido y que generó acusaciones de mala gestión de fondos públicos. Aunque Belaúnde no fue personalmente acusado, la falta de control sobre algunos funcionarios y la poca transparencia en la ejecución de ciertos proyectos empañaron su legado.
3. Críticas y legado:
Belaúnde fue criticado por algunos sectores debido a su enfoque en grandes proyectos de infraestructura a expensas de problemas sociales más urgentes, como la creciente pobreza y la desigualdad. También se le atribuye una gestión poco efectiva frente al inicio del conflicto con Sendero Luminoso. Aun así, no fue asociado directamente con delitos de corrupción personal, lo que le permitió mantener una imagen de integridad en comparación con otros líderes políticos de su tiempo.
Resumen:
En resumen, mientras que Fernando Belaúnde Terry no estuvo exento de controversias y críticas por la gestión de su gobierno, no se le ha acusado formalmente de delitos graves de corrupción. La mayoría de las críticas hacia él están más relacionadas con la ineficacia o la falta de control sobre su administración que con actos personales de corrupción.
Por: pegaso125
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