Alberto Fujimori asumió la rectoría de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) en 1984, durante un periodo crucial tanto para la universidad como para el país. La década de 1980 fue una época difícil para Perú, marcada por crisis económicas, inflación descontrolada, y el incremento de la violencia política debido a la insurgencia de grupos como Sendero Luminoso. En este contexto, la universidad no estuvo exenta de problemas, enfrentando desafíos financieros, conflictos estudiantiles y tensiones políticas internas.
Logros en la Universidad Nacional Agraria La Molina
Durante su gestión como rector, Fujimori implementó una serie de reformas destinadas a mejorar la calidad educativa, modernizar la infraestructura y optimizar los recursos de la universidad, a pesar de las dificultades económicas del país. Algunos de los logros que se destacan de su periodo al frente de la UNALM incluyen:
Mejoras académicas:
Fujimori promovió la actualización de los programas de estudio y un enfoque más técnico y científico en la formación de los estudiantes. Su formación como ingeniero agrónomo y su experiencia académica influyeron en su visión de una educación centrada en la innovación y la productividad.
Gestión administrativa eficiente:
A pesar de los recursos limitados, Fujimori logró manejar de manera eficiente los fondos de la universidad. Se enfocó en la optimización de los recursos, lo que permitió mejorar ciertas áreas clave como laboratorios y bibliotecas.
Relaciones internacionales:
Durante su mandato, fortaleció los vínculos con otras universidades y centros de investigación del extranjero. Esto ayudó a generar intercambios académicos y mejorar el prestigio internacional de la UNALM.
Iniciativas tecnológicas y de investigación: Fujimori impulsó la investigación científica, especialmente en áreas relacionadas con la agricultura y la agronomía, alineadas con las necesidades del país. Estas iniciativas buscaban promover una mayor productividad agrícola, lo que era vital para la economía peruana.
Transición a la política
Si bien Fujimori era un académico, su capacidad de gestión y su enfoque pragmático hacia la administración pública le dieron visibilidad más allá del ámbito universitario. Fue visto como un tecnócrata que podía ofrecer soluciones concretas a los problemas del país. En un contexto donde la clase política tradicional peruana sufría de un profundo desgaste, Fujimori apareció como una figura que no pertenecía a esa élite política, lo que le otorgó una ventaja considerable en su eventual candidatura presidencial.
En 1989, poco después de finalizar su mandato como rector, Fujimori fue elegido como candidato presidencial por el partido recién fundado Cambio 90. Gracias a su perfil académico y su discurso centrado en la lucha contra la corrupción y la crisis económica, ganó las elecciones de 1990, derrotando a Mario Vargas Llosa en la segunda vuelta.
Su experiencia como rector de la UNALM fue una de las bases sobre las cuales construyó su campaña presidencial, ya que promovió su imagen como un gestor eficiente y una alternativa a los políticos tradicionales. Esto, sumado a su habilidad para conectar con las preocupaciones de los sectores más desfavorecidos de la sociedad peruana, lo catapultó a la presidencia.
Propuso a los profesores y estudiantes aumentar las becas y los programas de capacitación y priorizar la investigación
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