20/05/2022
En la masacre de Accomarca, solo 10 miembros del Ejército peruano fueron condenados a penas de entre escasos 10 y 25 años de cárcel. En la matanza, se registraron 69 ejecuciones extrajudiciales, una veintena de los asesinados eran niños.
La entrega de los restos a las familias de las víctimas es solo uno de los pasos en el largo camino de la comunidad por alcanzar una reparación y justicia en uno de los más graves casos de violaciones de Derechos Humanos.
Casi cuatro décadas después, la comunidad peruana de Accomarca empieza a cerrar el duelo de las profundas heridas que dejó la matanza de 69 personas por parte de las Fuerzas Armadas peruanas.
Y es que tuvieron que pasar 37 años para que las autoridades de Perú entregaran los restos de las personas ejecutadas por el Ejército el 14 de agosto de 1985 en medio de los esfuerzos del Estado peruano de opacar a los insurgentes del grupo criminal Sendero Luminoso, durante el conflicto armado del país sudamericano entre 1980 y 2000, en el que murieron cerca de 70.000 personas.
La gente enciende velas en el lugar donde sus familiares fueron asesinados en una ejecución masiva y enterrados durante la insurgencia de inspiración maoísta en Llocllapampa, cerca de la ciudad de Accomarca en Perú, el jueves 19 de mayo de 2022.
Este jueves 19 de mayo, los médicos forenses del Ministerio Público de Perú hicieron entrega de 37 restos a las familias de las víctimas, entre los 69 asesinados en el pueblo de Accomarca.
Y es que casi la totalidad de la comunidad fue asesinada en la cruda masacre en donde tan solo unos cuantos lograron salir corriendo de sus viviendas bajo disparos del Ejército.
María Baldeón, una de las familiares de las víctimas, perdió a su madre, a su tía y a su hermano pequeño, desde ese día ha esperado para poder hacerles una solemne sepultura.
"Después de 37 años acabo de ver sus cuerpos, sus huesos, de mi madre y mi hermanito, y su ropa que nos están dando para poder enterrarlos con dignidad", dijo Baldeón y contó a los medios durante la ceremonia que su familia debía aguantar las constantes acusaciones de los miembros de las Fuerzas Armadas cuando los señalaban de ser rebeldes al margen de la ley.
"Nunca lo fuimos y sin embargo mataron a nuestra familia como carniceros, como si fueran animales. Los mataron. Los quemaron", declaró Baldeón.
El último adiós
Entre velas, llantos y silencios solemnes, las familias de las víctimas de la masacre realizaron una romería cerca de una de las edificaciones destruidas. Menos de la mitad de los restos óseos se han entregado, por eso a algunos familiares se les fue entregado ataúdes vacíos para que participen de la ceremonia en un acto simbólico.
Los ataúdes con los restos de las víctimas asesinadas durante la insurgencia de inspiración maoísta yacen juntos durante un velatorio en la iglesia de Accomarca, Perú, el jueves 19 de mayo de 2022. © Martín Mejía / AP
El próximo viernes 20 de mayo es el día que está programado para que las familias entierren a sus seres queridos, luego de que este jueves se sostenga un velorio durante toda la noche como motivo de honra a los fallecidos.
La masacre de Accomarca
El 14 de agosto de 1985, bajo la misión de capturar a los “elementos terroristas”, cuatro patrullas del Ejército dirigidas por el subteniente Telmo Hurtado, conocido como el “Carnicero de los Andes”, entraron en la comunidad de Huancayoc, en la parte baja de Accomarca, para dar lugar a lo que tiempo después se conocería como una masacre.
En ese sector, las Fuerzas Armadas ya habían ejecutado a 12 personas en 1983, y cuando regresaron dos años después, buscaron a los pobladores choza por choza y sin resultados de integrantes de la banda terrorista, se llevaron a varios de los habitantes y prendieron fuego a sus viviendas.
Como testigo de los hechos, Anastasio Quispe, cuenta que él “estaba en frente, y lo vi todo. Metieron en esa casa a 65 personas y luego las quemaron", relata a Efe Quispe, de 78 años, quien también cuenta que después de haber permanecido detenido más de una hora por tres uniformados, tuvo una oportunidad para escapar.
“Yo estaba crucificado como Jesucristo. Después sale el teniente y dice 'anda, desaparece en un minuto y, si no, te matamos'" cuenta.
Según el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), la masacre de Accomarca es uno de los casos más atroces de Perú en donde se han transgredido los derechos humanos por agentes del Estado, con registros oficiales de cerca de 70.000 personas asesinadas.
Por:Juan Pablo Lucumí
Fuente: france24
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