FUJIMORI: SU HUMILDE MORADA

Enero 2013

Era un distrito tranquilo y en el que los contrastes entre ricos y pobres inspiraron un famoso sketch televisivo: Las viejas pitucas, protagonizado por Carlos Álvarez y Jorge Benavides. 

Conocido también por el Estadio Monumental, el zoológico de Huachipa y las ruinas de Puruchuco, Ate alberga desde 2007 a un ilustre residente más: Alberto Fujimori

Sí, el expresidente purga condena desde el año 2007 en una celda acondicionada especialmente para él. Y claro, su carcelería también dio pie a la respectiva imitación satírica de los comediantes locales. 

Y aunque muchos traten exageradamente de comparar la residencia de nuestro expresidente con un palacio oriental, la descripción que de ella hizo su vástago Kenji nos generó cierto sentimiento de culpa, cierta sensación de, tal vez, estar frente a una gran injusticia. 

Así que decidimos dejar de lado las comparaciones con la realidad de otros presos, pues es obvio que ni rezándole a la Virgen de las Mercedes ni a Sarita Colonia los habitantes de Lurigancho podrían siquiera acercarse a las comodidades del baño de la prisión de Barbadillo; y más bien hacer el ejercicio de comparar las comodidades y carencias de su reclusión con las que padecen los millones de ciudadanos libres e inocentes de nuestra patria. 

UNA PRISIÓN DE 800 METROS 



¿Qué tan mal la pasa Alberto Fujimori es su prisión de 800 metros cuadrados?, ¿Qué tan injusto resulta que se le confine a compartir espacio con todos los otros presos del penal de Barbadillo?, ¿Estamos sometiendo a nuestro expresidente a condiciones infrahumanas de carcelería?, ¿Acaso haríamos que una persona en libertad sea sometida a las mismas condiciones de vida que padece el preso número 1000113297? 

Veamos. Según la última Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), correspondiente al trimestre julio-agosto-setiembre del 2012, el 83,1 % de los hogares del país se abastecía de agua mediante red pública, mientras que en el área rural este era un privilegio solo para el 58.2% de hogares. Primera señal de alivio: Don Alberto se puede lavar los dientes todos los días con agua potable en un baño particular dentro de su vivienda, una situación mejor que la del 41,8% de hogares rurales del país, que para tener agua tienen que ir con su balde al río Por otro lado, el controvertido inodoro de Fujimori (con dispensador de desinfectante y no calientanalgas), muestra que su celda cuenta con sistema de alcantarillado, algo de lo que carece el 33.3% de los hogares peruanos. Y en cuanto a la disponibilidad de energía eléctrica, la celda de Fujimori está en la misma situación que el 92% de los hogares peruanos, que cuenta con acceso a energía eléctrica. 

Claro que en las zonas rurales ese es un privilegio del que solo el 72.7% goza. Para decirlo con alivio: Fuji puede ver tranquilo sus DVD piratas, mientras prepara canchita en microondas, condiciones totalmente ajenas al 27.7% de hogares no urbanos del Perú, en los que probablemente no les quede otra que mirarse las caras alumbrados con una vela. Y si bien el acceso a los servicios de telefonía no es un servicio básico, no podíamos dejar pasar el hecho de que nuestro exmandatario posee una cabina telefónica dentro de su celda. Aunque muchos reclusos manejan celulares, el Chino no se puede quejar, pues puede llamar a su heredero cuando le plazca y sin hacer colas, situación mejor a la del 69,8% de hogares del país, que no tiene teléfono. 

EL PEZ POR LA BOCA...

 Fujimori adolece de un cáncer en la cavidad oral que le fue diagnosticado en el año 1997 por un equipo de médicos especializados en cabeza y cuello del Instituto de Enfermedades Neoplásicas (lNEN). 

Más allá del riesgo real de su enfermedad, se trata de un padecimiento lamentable, y que debe ser atendido. Fujimori tiene el privilegio de contar con un staff de médicos especializados a su servicio, uno de los cuales, su médico de cabecera nada menos, es además congresista de la República, por lo que accede a su paciente todas las veces que se lo permite el abuso de su cargo. ¿Cómo describir esta situación frente a la del resto de ciudadanos con problemas de salud en el país? Según la última ENAHO, el 52.1 % de la población buscó atención médica en el periodo de estudio, ya sea de forma particular o en el sistema de salud público. 

De ellos sólo el 26,9% se dirigió a una clínica privada, consultorio médico, farmacia o botica, o fue atendido en su propio domicilio. Fujimori recibió atención médica privada, un privilegio que lo coloca par encima del 23.5% de hogares que tuvo que acudir al sistema de salud nacional y del 11 % que ni siquiera pudo atenderse par falta de dinero. 

HOGAR, DULCE HOGAR 

Para el INEI, una vivienda improvisada es aquella que no ha sido construida para ser habitada, es decir, las que no cuentan con las condiciones adecuadas para el hábitat humano. 

La prisión de Fujimori fue diseñada exclusivamente para hospedarlo a él. Para tener una idea de lo ventajosa de la situación del reo del penal Barbadillo, te informamos que, solo en el distrito de Ate -donde se encuentra ubicada la prisión de la Diroes-, existen 5,473 viviendas improvisadas de acuerdo a cifras establecidas en el Censo Nacional de Población y Vivienda del 2007. 

Fujimori cuenta con un dulce hogar construido de material noble, lo que para efectos estadísticos entra en la categoría de "Ladrillo o Bloque de cemento". 

Según el INEI, solo el 46.7% de viviendas a nivel nacional está construido con este material, mientras que el resto (53.3%) posee moradas erigidas con materiales menos resistentes como adobe, madera, quincha, estera, piedra o sillar. Eso significa que, por ejemplo en caso de un sismo, el famoso preso estará más seguro que la mitad del país. Una particularidad a resaltar es el material del piso. En una ciudad tan húmeda como Lima, que exacerba el calor en verano y el frío en invierno, el piso de parquet aliviana un poco la situación. 

Pero claro, sólo el 12.2% de viviendas del país se permite ese lujo. Evidentemente, el recinto del líder fujimorista está por encima del 87.8% de hogares peruanos que sólo cuentan con láminas vinílicas, losetas, madera, cemento o tierra pura como piso. 

¿Parece el paraíso? 

No exageremos. Nada de lo mencionado anteriormente nos debería hacer pensar en que la de Alberto Kenja Fujimori es una vida de comodidades y disfrute, pues existe una condición adicional en su reclusión que nadie debería tener que soportar. Y dicha condición, ciertamente inhumana, es el que su celda esté decorada can autorretratos que parecen haber sido pintados por una destalentada señorona en taller de manualidades de verano. La familia debería evaluar si no será, más bien, esa decoración la responsable de la depresión padecida par el expresidente. 

* Periodista. Tomado del último número, Enero 2013, de la revista Dedomedio.

Escribe: Por Fernando Alayo Orbegoso