10 de septiembre de 2024
¿Por qué es importante?
Las milicias sionistas y el nuevo ejército israelí cometieron docenas de masacres de palestinos antes , durante y después del establecimiento de Israel en 1948, pero Sabra y Chatila marcaron un nuevo nivel de brutalidad en la guerra de décadas de Israel contra el pueblo palestino y el movimiento de liberación nacional palestino.
La falta de rendición de cuentas por parte de los responsables, en particular el ministro de Defensa israelí, Ariel Sharon , que luego se convertiría en primer ministro, contribuyó a una sensación de impunidad entre los dirigentes israelíes que en las décadas siguientes alimentaría una opresión israelí más extrema de los palestinos y una espiral descendente de violencia en la región.
Para los palestinos, la masacre de Sabra y Chatila fue y sigue siendo un acontecimiento traumático, que se conmemora anualmente, un poderoso recordatorio de la vulnerabilidad de millones de palestinos apátridas y de los peligros que siguen afrontando viviendo bajo el régimen de apartheid de Israel y en el exilio en toda la región.
La masacre de Sabra y Chatila
Fue un ataque brutal ocurrido entre el 16 y el 18 de septiembre de 1982 en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, en Beirut, Líbano.
Durante el conflicto, las fuerzas israelíes rodearon estos campos, mientras que milicianos cristianos libaneses de las Fuerzas Libanesas, aliados de Israel, llevaron a cabo una matanza de palestinos, en su mayoría civiles, que vivían en los campos.
El ataque dejó un número significativo de muertos, con estimaciones que varían entre 800 y 3,500 víctimas. Los milicianos, en un acto de represalia por el asesinato del presidente libanés electo, Bachir Gemayel, cometieron atrocidades como asesinatos, violaciones y mutilaciones.
Bashir Pierre Gemayel (Beirut, 10 de noviembre de 1947 - Beirut, 14 de septiembre de 1982)
Las fuerzas israelíes no participaron directamente en la masacre, pero se les acusó de permitirla al no intervenir para detener a los milicianos y al haber tenido control sobre la seguridad en la zona.
La masacre fue un tema polémico y generó una gran indignación internacional. Un informe oficial israelí, conocido como el "Informe Kahan", concluyó que el ejército israelí fue indirectamente responsable de los asesinatos, debido a su complicidad en el entorno que permitió que ocurrieran. Este hecho fue un factor que llevó a la dimisión del ministro de Defensa israelí, Ariel Sharon, aunque nunca fue juzgado por su implicación directa.
La masacre de Sabra y Chatila sigue siendo un recordatorio de las tensiones y los conflictos en la región del Medio Oriente, así como de las violaciones de derechos humanos durante la guerra civil libanesa.
Por: pegaso125
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