50 años del Gobierno de Juan Velasco Alvarado (3 de octubre de 1968)

"En un comentario el educador David Roca Basadre cuenta un acto intensamente bello. 

Lo describe así: "Una vieja campesina se acerca a Velasco y, acostumbrada como estaba a arrodillarse ante gamonales, se arrodilla ante Velasco. 

Este se conmueve hasta las lágrimas, se arrodilla también y se pone al nivel de ella para abrazarla y levantarla, mientras le dice: ‘nunca más, ya nunca te arrodilles más'".

Y es que desde la "independencia" del Perú hasta antes de Velasco, millones de peruanos vivíamos dentro de un sistema inhumano de explotación. 

El Perú era un conglomerado de haciendas, donde cada una de ellas era un Estado autónomo con sus propias leyes y sus propios esclavos.

La independencia del Perú no fue una independencia para todos. Fue para los criollos

Nosotros, los naturales de estas tierras, a pesar de ser "libres", seguíamos pagando tributos solo por ser indígenas. 

Y cuando desaparecieron esos impuestos con Ramón Castilla, la oligarquía agarró nuestras tierras y nos hizo esclavos dentro de ellas.

Pero el golpe de Velasco acabó con toda esta podredumbre.

Le dio el golpe mortal a ese sistema feudal imperante e hizo, por fin, libres a nuestras familias. Hubo un costo económico, claro que sí, pero nada de eso se compara con el derecho humano de no ser más siervo de nadie.

Algunos dicen que no se puede celebrar nada de un régimen que destrozó la democracia. 

¿Democracia? 

¿Cuál democracia? 

¿Esa en la que los criollos nos robaban las tierras y nos presentaban como subnormales? 

¿Esa en la que nos trataban como esclavos, nos humillaban, nos masacraban y no nos daban educación ni salud?

Mienten quienes dicen que el Perú se fundó en 1821. Nosotros, la inmensa mayoría, nunca vimos esa independencia hasta la reforma agraria de Velasco".

Un acto de justicia: "Velasco terminó con la clase terrateniente expropiando sus haciendas y entregándoselas a los campesinos. Este acto tuvo un enorme contenido liberador y generó ciudadanía en el país. Se acabaron los pongos y los siervos, aparecieron los trabajadores con iguales derechos que sus patrones".


[Foto: Martín Chambi] 


 Por: José Carlos Rodas Rúa