¿Qué es El marxismo-leninismo?



Es una corriente política e ideológica que combina las teorías de Karl Marx y de Vladimir Lenin. Es una base ideológica del comunismo y ha influido profundamente en varios movimientos revolucionarios y gobiernos, especialmente en el siglo XX. A continuación, se explican los puntos clave de esta ideología:

Marxismo:

Karl Marx fue un filósofo y economista alemán que desarrolló una teoría crítica sobre el capitalismo y la sociedad. En su obra más conocida, "El Capital", Marx analiza cómo el capitalismo funciona y cómo genera desigualdades económicas y sociales.

Según Marx, el motor de la historia es la lucha de clases, es decir, los conflictos entre grupos sociales que tienen intereses económicos opuestos (por ejemplo, la clase obrera contra la clase capitalista).

Marx propuso que el capitalismo llevaría inevitablemente a su propia destrucción y sería reemplazado por el socialismo, una fase en la que los medios de producción serían propiedad colectiva y los recursos se distribuirían según las necesidades de las personas.

Leninismo:

Vladimir Lenin fue el líder de la Revolución Rusa de 1917 y el principal teórico del marxismo-leninismo. Adaptó las ideas de Marx a las condiciones de Rusia, un país que no tenía una gran clase obrera industrial, como era el caso de los países que Marx había estudiado.

Lenin introdujo la idea de que la revolución no podría ser liderada solo por la clase obrera, sino también por un partido de vanguardia compuesto por revolucionarios profesionales que guiaran a la clase trabajadora en la toma del poder.

En su concepto de "dictadura del proletariado", Lenin sugirió que después de una revolución socialista, el estado debe ser gobernado por los trabajadores, pero en la práctica, Lenin justificó un fuerte control estatal para consolidar el poder revolucionario y proteger la revolución de las amenazas internas y externas.

Marxismo-Leninismo:

El marxismo-leninismo, por lo tanto, combina la teoría de Marx sobre la lucha de clases y el materialismo histórico con las ideas de Lenin sobre el partido revolucionario y la dictadura del proletariado.

Propugna la revolución proletaria para derrocar el capitalismo y establecer una sociedad socialista que, eventualmente, se transformará en una sociedad comunista sin clases sociales ni estado.

En la práctica, el marxismo-leninismo ha sido implementado en varios países, como la Unión Soviética, China y Cuba, donde los gobiernos adoptaron un control centralizado de la economía y la política en nombre de la revolución socialista.

En resumen, el marxismo-leninismo es una ideología que busca transformar la sociedad mediante una revolución que dé lugar a una dictadura del proletariado y, eventualmente, una sociedad sin clases y sin estado.

¿Qué es el proletariado?

El proletariado es una clase social dentro de la teoría marxista. 

Según Karl Marx, el proletariado está compuesto por los trabajadores que no poseen medios de producción (como tierras, fábricas o capital), y cuya única forma de subsistencia es vender su fuerza de trabajo a los dueños de los medios de producción, conocidos como burguesía.

En la visión de Marx, el proletariado es la clase explotada bajo el sistema capitalista, ya que, a cambio de su trabajo, recibe solo una parte del valor que produce, mientras que los capitalistas se quedan con la mayor parte de la ganancia. Esta explotación lleva a una lucha de clases entre el proletariado y la burguesía, que se considera una de las fuerzas principales que impulsan el cambio histórico.

Marx y Engels creían que, a través de una revolución, el proletariado debería derrocar a la burguesía, tomar el control de los medios de producción y establecer una dictadura del proletariado, que sería una fase transitoria hacia una sociedad sin clases, conocida como el comunismo. En el comunismo, no existiría la propiedad privada de los medios de producción, y la distribución de bienes y servicios sería según las necesidades de las personas.

¿Qué es la burguesía ?

La burguesía es una clase social que, según la teoría marxista, está compuesta por las personas que poseen los medios de producción (como fábricas, tierras, capital, tecnología, etc.) y que controlan el sistema económico en el marco del capitalismo. En otras palabras, la burguesía es la clase capitalista que tiene el poder económico y político, y cuya principal fuente de ingresos proviene de la explotación del trabajo de la clase proletaria, que no posee medios de producción y debe vender su fuerza de trabajo para sobrevivir.

La burguesía se distingue del proletariado, que son los trabajadores que dependen del salario y no tienen control sobre los medios de producción

Según Karl Marx, la lucha entre la burguesía y el proletariado es fundamental para el desarrollo de la historia y para el cambio de los sistemas sociales.

Marx veía a la burguesía como una clase que surgió históricamente durante la transición de la sociedad feudal al capitalismo, jugando un papel importante en el impulso del desarrollo económico y la expansión del comercio y la industria

Sin embargo, también la consideraba una clase que mantenía su poder a través de la explotación del trabajo de la clase trabajadora, lo que llevaría, en su visión, a la eventual revolución proletaria para transformar el sistema capitalista en una sociedad sin clases. 

El Marxismo-Leninismo en el Mundo

1. La Revolución Rusa (1917) y la Fundación de la Unión Soviética

El marxismo-leninismo tuvo su mayor y más relevante implementación con la Revolución Rusa de 1917. Bajo el liderazgo de Vladimir Lenin, el Partido Bolchevique derrocó al gobierno provisional que había reemplazado al zarismo tras la Revolución de Febrero de 1917.

Lenin, aplicando las ideas de Marx y adaptándolas a las condiciones rusas, organizó una revolución socialista que estableció un estado socialista bajo el control del Partido Comunista. En 1922, se fundó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el primer estado socialista del mundo, basado en los principios del marxismo-leninismo.

Características marxista-leninistas en la URSS:

Dictadura del proletariado: Un gobierno controlado por el partido comunista, que actuaba como la vanguardia de la clase trabajadora.

Planificación centralizada: El gobierno controlaba la economía, eliminando la propiedad privada de los medios de producción y centralizando las decisiones económicas en el estado.

Represión de la oposición: Lenin y, posteriormente, Josef Stalin, implementaron un régimen autoritario, con purgas y represión de cualquier oposición política, incluida la oposición interna dentro del Partido Comunista.

2. Expansión del Marxismo-Leninismo en el Siglo XX

El éxito de la Revolución Rusa inspiró movimientos en otros países que adoptaron el marxismo-leninismo, creando nuevos regímenes comunistas y promoviendo revoluciones socialistas en diversas regiones del mundo.

a. China (1949)

Mao Zedong lideró la Revolución China, que culminó en 1949 con la fundación de la República Popular China. 

Mao adaptó las ideas de Marx y Lenin a las condiciones de China, un país principalmente agrícola, lo que resultó en una interpretación única del marxismo-leninismo conocida como maoísmo. Sin embargo, los principios marxistas-leninistas básicos, como la lucha de clases, la revolución proletaria y la dictadura del proletariado, seguían siendo fundamentales.

Bajo el liderazgo de Mao, China implementó una economía planificada, la colectivización de la agricultura y una serie de reformas políticas radicales, como la Revolución Cultural, que tenía como objetivo purgar elementos considerados contrarrevolucionarios dentro de la sociedad y el Partido Comunista.

El Gran Salto Adelante (1958-1962) y la Revolución Cultural (1966-1976) son ejemplos de políticas maoístas que tuvieron graves consecuencias, como hambrunas masivas y persecuciones políticas.

b. Cuba (1959)

En 1959, Fidel Castro, junto a Che Guevara y otros líderes, llevó a cabo una revolución en Cuba que derrocó al dictador Fulgencio Batista. A pesar de que la Revolución Cubana no se basaba inicialmente en el marxismo-leninismo, pronto se alineó con esta ideología, después de que Castro y su gobierno adoptaran los principios del socialismo científico.

Cuba se convirtió en un estado socialista, donde el gobierno nacionalizó la industria, implementó una economía planificada y centralizada y se alineó estrechamente con la Unión Soviética.

Bajo el liderazgo de Castro, Cuba se mantuvo como un símbolo del marxismo-leninismo en el hemisferio occidental, a menudo en confrontación con los Estados Unidos y los gobiernos capitalistas de la región.

c. Vietnam (1954-1975)

Tras la división de Vietnam en dos, Vietnam del Norte, bajo el liderazgo de Ho Chi Minh y el Partido Comunista de Vietnam, adoptó el marxismo-leninismo como base ideológica. La lucha por la reunificación del país fue en gran parte impulsada por el deseo de instaurar un sistema socialista en todo el territorio.

Después de la victoria sobre las fuerzas de Vietnam del Sur, apoyadas por Estados Unidos, en la Guerra de Vietnam, se unificó el país bajo el régimen comunista en 1975, dando lugar a la República Socialista de Vietnam.

3. La Guerra Fría y el Bloque Comunista

La Guerra Fría (1947-1991) fue un periodo de intensa rivalidad entre los países capitalistas, encabezados por Estados Unidos, y los países socialistas, encabezados por la Unión Soviética, que promovían el marxismo-leninismo.

Durante este tiempo, varias naciones adoptaron gobiernos de inspiración marxista-leninista, como Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Albania, Afganistán y Mongolia.

Estos países formaron parte del Pacto de Varsovia, una alianza militar liderada por la URSS, que buscaba expandir la influencia del socialismo en Europa y otras partes del mundo.

4. El Colapso del Bloque Comunista (1991)

En 1991, la URSS se disolvió, marcando el fin del sistema comunista en Europa del Este. Los sistemas de gobierno basados en el marxismo-leninismo fueron reemplazados por gobiernos más democráticos o capitalistas en muchos de los antiguos países del bloque socialista.

Aunque el colapso del bloque soviético marcó un retroceso para el marxismo-leninismo, algunos países como China y Cuba han mantenido gobiernos que siguen principios marxistas-leninistas, aunque han adaptado sus economías al mercado, especialmente China, que en las últimas décadas ha introducido reformas económicas de mercado bajo el liderazgo del Partido Comunista Chino.

5. El Legado y la Influencia Actual

Aunque muchos de los países que adoptaron el marxismo-leninismo han experimentado transformaciones significativas, la influencia de esta ideología sigue vigente en algunos países y movimientos.

China sigue siendo uno de los mayores exponentes del marxismo-leninismo, bajo el liderazgo del Partido Comunista Chino. Aunque ha adoptado políticas de apertura económica y reformas de mercado, el partido mantiene el control total sobre el poder político y continúa justificando su dominio bajo la bandera del marxismo-leninismo.

Cuba también sigue siendo un estado socialista, aunque ha introducido algunas reformas económicas, especialmente en los últimos años, para permitir ciertas actividades de mercado y el sector privado.

Venezuela bajo el liderazgo de Hugo Chávez (y luego Nicolás Maduro) adoptó una versión del socialismo del siglo XXI, que, aunque no es estrictamente marxista-leninista, tiene elementos de la ideología, especialmente en su crítica al imperialismo y el énfasis en la reforma agraria y la nacionalización de sectores clave de la economía.

El marxismo-leninismo ha sido una ideología central en la historia del siglo XX, tanto en la creación de gobiernos socialistas como en la conducción de revoluciones. A pesar de los desafíos y los fracasos de muchos de los regímenes que adoptaron esta ideología, su impacto sigue siendo significativo, con varios países como China, Cuba y Vietnam manteniendo elementos del marxismo-leninismo en su estructura política y económica. Sin embargo, los resultados de esta ideología varían, y el mundo sigue viendo una transformación y reinterpretación de sus principios, dependiendo de las condiciones políticas y económicas de cada país.

América Latina y el Marxismo-Leninismo

En América Latina, el marxismo-leninismo se introdujo principalmente a través de movimientos revolucionarios y partidos de izquierda, que vieron en estas ideas una forma de transformar las estructuras económicas y sociales, profundamente desiguales, heredadas del colonialismo y el imperialismo.

1. Revolución Cubana (1959)

Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio: La Revolución Cubana es uno de los ejemplos más emblemáticos del marxismo-leninismo en América Latina. Fidel Castro, junto a Ernesto "Che" Guevara y otros líderes, tomó el poder en Cuba en 1959 tras derrocar al dictador Fulgencio Batista.

Influencia marxista-leninista: Aunque el movimiento cubano tenía diversas influencias ideológicas, el marxismo-leninismo fue adoptado rápidamente como la ideología oficial después del triunfo. Castro y el Che Guevara transformaron Cuba en un estado socialista de partido único, basado en los principios de la lucha de clases, la colectivización de la economía y el control estatal.

Características marxista-leninistas en Cuba:

Creación de una economía planificada, donde el estado se hizo dueño de los principales medios de producción.

Un gobierno centralizado con un partido único dirigido por el Partido Comunista de Cuba (PCC).

Apoyo a la lucha revolucionaria en otros países de América Latina, especialmente en Centroamérica, con la idea de expandir la revolución socialista.

2. Movimientos Guerrilleros en América Latina

La Guerrilla en los años 60 y 70: Durante las décadas de 1960 y 1970, muchos movimientos guerrilleros en América Latina adoptaron la ideología marxista-leninista. A menudo, estos movimientos consideraban que el capitalismo dependía del imperialismo y que solo una revolución armada, liderada por un partido vanguardista, podía liberar a los pueblos oprimidos.

Ejemplos de grupos guerrilleros marxistas-leninistas:

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Colombia: Influenciado por las ideas de Marx, Lenin, y la lucha del Che Guevara, el ELN combinó el marxismo-leninismo con el nacionalismo revolucionario, luchando contra el gobierno colombiano y las intervenciones extranjeras, particularmente de Estados Unidos.

La organización guerrillera peruana Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA): Fundada en la década de 1980, esta organización adoptó un enfoque marxista-leninista, inspirada en la lucha de clases y la idea de una revolución proletaria. Aunque más tarde se centró en la lucha armada contra el estado peruano, su ideología seguía los principios del marxismo-leninismo.

Sendero Luminoso: Aunque Sendero Luminoso (SL) era una organización más radical y maoísta, muchas de sus ideas seguían la tradición marxista-leninista. Fundado por Abimael Guzmán en la década de 1980, Sendero buscaba la instauración de una dictadura del proletariado a través de la lucha armada, siguiendo los principios de Lenin de una revolución liderada por un partido vanguardista.

3. La influencia en otros países de América Latina

En Chile, el gobierno de Salvador Allende (1970-1973) adoptó una serie de reformas sociales y económicas inspiradas en el marxismo, buscando la nacionalización de la industria y una mayor justicia social, aunque Allende no se identificaba como marxista-leninista de forma estricta. Su gobierno fue derrocado en un golpe de estado en 1973, respaldado por la CIA, que llevó a Augusto Pinochet al poder.

En Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), tras la revolución de 1979, también adoptó principios marxista-leninistas para la construcción de una sociedad socialista. Aunque con un enfoque particular en la lucha antiimperialista, el sandinismo compartía muchos principios con el marxismo-leninismo, como la importancia de un gobierno centralizado y la reforma agraria.

El Marxismo-Leninismo en Perú

En el contexto peruano, el marxismo-leninismo también jugó un papel crucial, particularmente en los movimientos de izquierda y las luchas guerrilleras de la segunda mitad del siglo XX.

1. El Partido Comunista del Perú – Bandera Roja

Este partido adoptó la ideología marxista-leninista, defendiendo la lucha por la dictadura del proletariado. Se alineó con la visión de Lenin sobre la necesidad de un partido de vanguardia y, a lo largo de su historia, participó activamente en las luchas políticas y sociales del país, aunque nunca alcanzó el poder de manera directa.

2. Sendero Luminoso (Shining Path)

Fundado en 1980 por Abimael Guzmán, Sendero Luminoso fue un movimiento guerrillero maoísta que también adoptó una interpretación radical del marxismo-leninismo. Aunque su enfoque fue más alineado con el maoísmo que con el marxismo-leninismo clásico, compartía la idea de que la revolución debía ser dirigida por una élite revolucionaria, un "partido vanguardista".

Acciones: Sendero Luminoso cometió una serie de atentados y asesinatos en su lucha por derrocar al gobierno peruano y establecer un régimen socialista. Su violencia y su control territorial fueron una manifestación radical de la teoría marxista-leninista aplicada a la lucha armada.

3. El Partido Comunista Peruano (PCP)

El Partido Comunista Peruano fue otro grupo importante que promovió el marxismo-leninismo en el país. Aunque nunca alcanzó el poder, su influencia en la política peruana fue significativa, especialmente en la década de 1960 y principios de 1970, cuando se involucró en la política revolucionaria y las luchas sindicales.

Impacto y Legado del Marxismo-Leninismo en América Latina y Perú

A pesar de que muchos de los movimientos que adoptaron el marxismo-leninismo en América Latina y Perú no lograron instaurar un sistema socialista estable, su legado ha sido muy influyente en la historia política de la región:

Cambios en la política social y económica: Los movimientos marxistas-leninistas han promovido reformas en áreas como la educación, la salud, la reforma agraria y la distribución de la riqueza, aunque a menudo estos procesos fueron interrumpidos por golpes militares o intervenciones extranjeras.

Polarización política: La adopción del marxismo-leninismo en la región también condujo a una fuerte polarización política, con luchas internas entre fuerzas de izquierda, como los partidos comunistas, y las fuerzas de derecha, apoyadas por los Estados Unidos y otras potencias occidentales.

El marxismo-leninismo en América Latina y Perú ha sido una corriente ideológica que ha influido profundamente en los movimientos sociales y políticos de la región, tanto en los gobiernos de izquierda como en los movimientos guerrilleros. A pesar de los desafíos, este enfoque sigue siendo relevante en muchas de las discusiones sobre justicia social, distribución de la riqueza y lucha contra la opresión en la región.

Por: pegaso125