El Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) fue un grupo guerrillero peruano marxista-leninista que operó durante las décadas de 1980 y 1990. Se formó en 1982 con el objetivo de establecer un régimen socialista en Perú, inspirado en las revoluciones cubana y sandinista. El MRTA toma su nombre de Túpac Amaru II, un líder indígena que en el siglo XVIII encabezó una fallida rebelión contra el dominio colonial español. Aunque no alcanzó el mismo nivel de violencia y notoriedad que Sendero Luminoso, el MRTA fue responsable de importantes acciones armadas y secuestros.
Orígenes del MRTA
El MRTA fue fundado en 1982 por un grupo de militantes de izquierda, algunos de ellos exintegrantes de movimientos revolucionarios anteriores. Entre sus líderes más conocidos estaban Víctor Polay Campos y Néstor Cerpa Cartolini. Se organizaron bajo una ideología marxista-leninista, buscando la transformación del sistema político y económico peruano, al que consideraban represivo y controlado por las élites.
Acciones armadas y tácticas
Secuestros y ataques armados:
A diferencia de Sendero Luminoso, el MRTA utilizaba con mayor frecuencia tácticas de secuestro para financiarse y lograr sus objetivos políticos. Uno de sus primeros grandes golpes fue el secuestro del empresario Héctor Delgado Parker en 1989.
Toma de embajadas:
Uno de los eventos más recordados de la historia del MRTA fue la toma de la residencia del embajador japonés en Lima en diciembre de 1996. En esta acción, un comando de catorce miembros del MRTA irrumpió durante una celebración diplomática, tomando como rehenes a más de 600 personas, entre ellas diplomáticos, empresarios y funcionarios del gobierno peruano. El objetivo de la toma era exigir la liberación de miembros del MRTA encarcelados.
Atentados y enfrentamientos:
A lo largo de los años 80 y 90, el MRTA participó en una serie de ataques a infraestructuras clave, como fábricas, bancos y comisarías. Aunque causaron mucho daño, su capacidad operativa era considerablemente menor que la de Sendero Luminoso.
Operación Chavín de Huántar (1997)
El evento más emblemático en la historia del MRTA fue su participación en la toma de la residencia del embajador japonés en Lima. El grupo mantuvo rehenes durante más de cuatro meses, lo que atrajo la atención internacional. Finalmente, en abril de 1997, comandos de las fuerzas especiales peruanas llevaron a cabo la Operación Chavín de Huántar, un exitoso rescate militar en el que fueron liberados los rehenes restantes y murieron los catorce miembros del MRTA que habían tomado la embajada. Este fue un golpe devastador para la organización, que prácticamente dejó de operar como una fuerza significativa tras esta operación.
Declive y desaparición
Tras la Operación Chavín de Huántar, el MRTA quedó debilitado casi por completo. Su líder, Víctor Polay Campos, había sido capturado en 1992 y sentenciado a cadena perpetua. Otros líderes clave también fueron apresados o muertos. Con una estructura debilitada y la falta de apoyo popular, el grupo fue desarticulándose durante los últimos años de la década de 1990.
Comparación con Sendero Luminoso
A pesar de compartir una ideología de izquierda y un objetivo revolucionario, el MRTA y Sendero Luminoso siguieron caminos diferentes. Mientras Sendero Luminoso buscaba una guerra popular prolongada y empleaba tácticas de violencia extrema contra civiles, el MRTA intentaba ganar apoyo mediante tácticas más selectivas, incluyendo secuestros y ataques a objetivos políticos y económicos. Esta diferencia en tácticas hizo que el MRTA nunca tuviera el mismo nivel de brutalidad o rechazo popular que Sendero Luminoso, pero tampoco logró el mismo impacto.
Legado del MRTA
Hoy en día, el MRTA está prácticamente extinto. A diferencia de Sendero Luminoso, que mantuvo una presencia residual incluso después de la captura de sus líderes, el MRTA perdió toda relevancia después de los 90. Sin embargo, la memoria de sus acciones, especialmente la toma de la residencia del embajador japonés, sigue siendo parte importante de la historia reciente de Perú.
El conflicto entre el Estado peruano y grupos insurgentes como el MRTA y Sendero Luminoso dejó profundas cicatrices en la sociedad peruana, y aunque el MRTA fue una organización más pequeña y menos violenta que Sendero, forma parte de ese doloroso capítulo en la historia del país.
Recopilado por Fernando Tsuneshige kawamura.
pegaso125@hotmail.com
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