Los crímenes más sanguinarios que vivió el Perú en la decada de los 80's y 90's.

 13 de septiembre de 2021  · 

En las décadas de los 80 y 90, Perú vivió uno de los periodos más violentos y sangrientos de su historia reciente, marcado por el conflicto armado interno entre el Estado peruano y grupos insurgentes, principalmente Sendero Luminoso y, en menor medida, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Estos años estuvieron plagados de asesinatos, masacres y violaciones a los derechos humanos tanto por parte de los grupos insurgentes como de las fuerzas del orden. Algunos de los crímenes más sanguinarios incluyen:

1. La masacre de Lucanamarca (1983)

Sendero Luminoso perpetró una de sus masacres más brutales en la comunidad de Lucanamarca, Ayacucho, donde asesinaron a 69 campesinos, incluyendo mujeres y niños, en represalia por la colaboración de la comunidad con las fuerzas del Estado. Utilizaron machetes, hachas y armas de fuego en el ataque, que es uno de los ejemplos más conocidos de la violencia extrema de Sendero Luminoso contra poblaciones campesinas.



2. La masacre de Accomarca (1985)

En Ayacucho, las Fuerzas Armadas peruanas, en una operación contra presuntos militantes de Sendero Luminoso, ejecutaron extrajudicialmente a 69 personas, incluidos niños y mujeres. Esta operación fue llevada a cabo por un destacamento militar bajo el mando del teniente Telmo Hurtado, quien luego fue apodado "El Carnicero de los Andes".




3. Tarata (1992)

En Lima, Sendero Luminoso llevó a cabo un atentado con coche bomba en la calle Tarata, en el distrito de Miraflores. La explosión dejó 25 muertos y cientos de heridos, además de causar enormes daños materiales. Este ataque fue un claro ejemplo del intento de Sendero Luminoso de llevar el conflicto a zonas urbanas, generando terror en la capital.



4. El atentado en el frontón (1986)

Durante el segundo gobierno de Alan García, se produjo una rebelión en los penales de El Frontón, Lurigancho y Santa Bárbara, donde estaban detenidos muchos miembros de Sendero Luminoso. En respuesta, las fuerzas de seguridad realizaron operativos que culminaron en la muerte de más de 200 presos, muchos de los cuales fueron ejecutados sumariamente.


5. Masacre de Cayara (1988)

En la comunidad de Cayara, Ayacucho, se denunció la matanza de 39 campesinos a manos del Ejército peruano, acusados de ser simpatizantes de Sendero Luminoso. La masacre fue parte de una operación militar en respuesta a un ataque previo de Sendero contra un convoy militar.


6. Operación Chavín de Huántar (1997)

Aunque esto ocurrió en la última etapa del conflicto, la toma de la residencia del embajador japonés por parte del MRTA en 1996 y la posterior operación de rescate militar en 1997 dejó 14 insurgentes muertos, además de varios militares y un rehén. Aunque celebrada como un éxito en términos de estrategia, la operación también fue criticada por supuestas ejecuciones extrajudiciales.


7. El asesinato de María Elena Moyano (1992)

Moyano fue una activista social y feminista que luchó por los derechos de las mujeres y los más pobres en Villa El Salvador. Sendero Luminoso la asesinó brutalmente en un acto público, dinamitaron su cadáver para dar un mensaje de terror a aquellos que se oponían a su ideología.


8. Los desaparecidos de La Cantuta y los asesinatos de Barrios Altos

Durante la lucha antiterrorista, las Fuerzas Armadas y grupos paramilitares cometieron crímenes de lesa humanidad, como los asesinatos en Barrios Altos (1991), donde un grupo paramilitar ejecutó a 15 personas, y la desaparición de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta (1992). Ambos casos estuvieron relacionados con el grupo paramilitar Colina, que actuaba bajo el gobierno de Alberto Fujimori.

El conflicto armado interno en Perú dejó un saldo devastador: según el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), alrededor de 69,000 personas murieron o desaparecieron entre 1980 y 2000. La mayor parte de las víctimas fueron campesinos pobres y quechuahablantes de la sierra sur-central del país.